La cocina es sin duda la estancia más compleja de equipar en una vivienda.

Si se trata de una reforma integral, una obra nueva o las circunstancias lo permiten, lo primero y fundamental es la distribución correcta, respecto a nuestras necesidades y al flujo natural de trabajo.

Este primer paso es el que marcará después la ubicación exacta de la instalación eléctrica y de fontanería.

No es lo mismo diseñar una cocina para alguien que come siempre fuera y la usa contadas veces, para una familia con tres niños o para el que quiere disfrutar los fines de semana cocinando para los amigos.

 

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Estas diferencias de uso van a hacer más o menos relevantes aspectos como la ergonomía del plano de trabajo, la capacidad de almacenamiento, la resistencia de la encimera y de los muebles, la iluminación o la calidad de los electrodomésticos.

Cuando elegimos una cocina lo hacemos por el color, casi siempre influenciados inconscientemente por las tendencias y la moda, es lógico y normal.

Pero eso es solo el punto de partida.

Por ejemplo, estamos seguros de querer una “cocina blanca”, sencillo, no? Ahora tendremos que elegir entre mate o brillo, entre laminado de alta o baja presión, laminado barnizado, acrílico, polilaminado, lacado…y seguro que nos dejamos alguno.

Pero no te preocupes, te asesoraremos con detalle para que elijas la que más te guste y encaje con tus necesidades y presupuesto.

Aquí empieza nuestra labor, hacer realidad la cocina de tus sueños.


Esto mismo ocurre con las encimeras y los electrodomésticos donde el abanico de posibilidades es todavía mayor.

Despues del color, que teníamos claro, ¿que aspecto queremos que tenga? ¿Moderna, vanguardista o nos atrevemos con el minimalismo?

¿Quizas atemporal y sobria para que no pase de moda? ¿con maderas de inspiración vintage?